Clasificación de las Empresas – Uruguay

Clasificación de las Empresas Uruguay

Las empresas pueden clasificarse siguiendo muy diferentes criterios.

I. Clasificación de las empresas en función de su objeto

RODRÍGUEZ OLIVERA las clasifica en función de su objeto. Las categorías serían las siguientes:  industriales, comerciales, financieras y de servicios (Derecho Comercial, v. 1, p. 145/146). Considera empresas industriales a aquéllas que tienen por objeto la explotación de recursos naturales y su transformación. Se subclasifican en extractivas y de transformación. Considera empresas comerciales a aquéllas que tienen por objeto el intercambio o la distribución de los productos de las empresas industriales. Considera empresas financieras a aquéllas que atienden las necesidades financieras de otras empresas: bancos, sociedades de inversión, empresas de seguros, bolsas de valores. Considera empresas de servicios a aquéllas que prestan servicios: estudio jurídico, sanatorio, estudio de arquitectos o ingenieros.

Otra clasificación citada por RODRÍGUEZ OLIVERA, categoriza a las empresas en unipersonales y colectivas. La empresa es unipersonal cuando es “propiedad” de una persona física. La empresa es colectiva cuando corresponde a una persona jurídica: asociación, sociedad civil o sociedad comercial.

II. Clasificación de las empresas en función de su carácter público o privado

Por su parte, BUGALLO MONTAÑO ( Manual Básico de Derecho de la Empresa, p. 14/15) recuerda que las empresas se clasifican en privadas y públicas.

Según los sectores productivos a los que pertenecen, BUGALLO MONTAÑO reseña la clasificación en empresas del sector primario, secundario y terciario. Las empresas del sector primario realizan actividades que utilizan recursos naturales tal como se obtienen de la tierra o del subsuelo: empresas agrícolas, ganaderas y minera, por ejemplo. Las empresas del sector secundario realizan actividades que transforman bienes: empresas metalúrgicas, fábricas textiles, fábricas de automotores, fábricas de juguetes. Las empresas del sector terciario realizan actividades de servicios: bancos, empresas de seguros, supermercados, hoteles, empresas de transporte.

Siguiendo un criterio cuantitativo, en función de los activos destinados a la empresa, el personal empleado y las ventas netas anuales, las empresas se clasifican en microempresas, pequeñas y medias empresas (art. 8 del Decreto 54/992, en la redacción dada por el Decreto 265/95). Se consideran microempresas aquéllas que ocupan hasta 4 personas, sus ventas máximas anuales netas son de un máximo de US$ 60.000 y sus activos máximos US$ 20.000. Se consideran pequeñas empresas aquéllas que ocupan entre 5 y 19 personas, con ventas máximas anuales netas de hasta US$ 180.000 y activos máximos de hasta US$ 50.000. Se consideran empresas medianas las que ocupan entre 20 y 99 personas, con ventas máximas anuales netas de hasta US$ 5.000.000 y activos máximos de hasta US$ 350.000. Las empresas que exceden los parámetros referidos con calificadas como “grandes empresas“.

III. Clasificación de las empresas en función de su titular

Otra clasificación, categoriza a las empresas en unipersonales y colectivas. La empresa es unipersonal cuando es “propiedad” de una persona física. La empresa es colectiva cuando corresponde a una persona jurídica: asociación, sociedad civil o sociedad comercial.

Según los sectores productivos a los que pertenecen, Bugallo Montaño reseña la clasificación en empresas del sector primario, secundario y terciario. Las empresas del sector primario realizan actividades que utilizan recursos naturales tal como se obtienen de la tierra o del subsuelo: empresas agrícolas, ganaderas y minera, por ejemplo. Las empresas del sector secundario realizan actividades que transforman bienes: empresas metalúrgicas, fábricas textiles, fábricas de automotores, fábricas de juguetes. Las empresas del sector terciario realizan actividades de servicios: bancos, empresas de seguros, supermercados, hoteles, empresas de transporte[1].

Siguiendo un criterio cuantitativo, en función de los activos destinados a la empresa, el personal empleado y las ventas netas anuales, las empresas se clasifican en microempresas, pequeñas y medias empresas (art. 8 del Decreto 54/992, en la redacción dada por el Decreto 265/95). Se consideran microempresas aquéllas que ocupan hasta 4 personas, sus ventas máximas anuales netas son de un máximo de US$ 60.000 y sus activos máximos US$ 20.000. Se consideran pequeñas empresas aquéllas que ocupan entre 5 y 19 personas, con ventas máximas anuales netas de hasta US$ 180.000 y activos máximos de hasta US$ 50.000. Se consideran empresas medianas las que ocupan entre 20 y 99 personas, con ventas máximas anuales netas de hasta US$ 5.000.000 y activos máximos de hasta US$ 350.000. Las empresas que exceden los parámetros referidos con calificadas como “grandes empresas“.